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Enrique se tuvo de sacar de encima a su intrigante madre Constancia quien deseaba la corona para el menor de sus hermanos y puso su atención en Normandía. Tradicionalmente el duque normando era un excelente aliado del rey ya que execraba a sus enemigos comunes. Roberto el Diablo el duque en ese entonces confía al cargo real a su único hijo un bastardo llamado Guillermo para poder partir en paz a Tierra Santa donde moriría en 1035. Enrique I impuso al chico Guillermo en el trono ducal contra las intrigas de los nobles locales en Normandía, ocasión que sus descendientes lo habrán de lamentar amargamente ya que Guillermo el Bastardo se llamaría Guillermo el Conquistador tras la exitosa invasión a Inglaterra y sus descendientes serian en lo consecuente reyes de Inglaterra... Como su primera mujer no le dio hijos, Enrique I hizo un segundo e interesante matrimonio, recordando los líos del padre piadoso y amante buscó una princesa que no tuviera nada de ver con su linaje. Sus ojos alcanzaron al otro extremo de Europa, más concretamente en la hija del Gran Príncipe Yaroslav de Kiev... la mujer se llamaba Ana y a través de ella todos los reyes de Francia posteriores tienen una curiosa y simpática ascendencia rusa. El saldo de su reino es bastante negativo: cede la Borgoña a su hermano el mimado de Constancia y creó el germen de la enemistad con Inglaterra favoreciendo a Guillermo de Normandía... Se acordó tarde en 1059 de coronar a su hijo mayor Felipe (quizás para limitar el poder filial, aprendiendo su propia lección con su padre y hermanos revoltosos) y morirse al año siguiente.
Personalidad: Francia solo tuvo cuatro Enriques como reyes. Curiosamente cada uno de ellos siempre hizo un reinado interesante. El primero de ellos no estaba debajo de sus descendientes en cuanto a carácter. Menos imagen piadosa que su padre y con más rostro guerrero. Empezaba con él las primeras ínfulas belicosas de los Capetos...
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