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Fue quizás el único rey de Francia que haya sido proclamado como tal en territorio extranjero. Ese hecho fue el que selló definitivamente la huella capeta en la monarquía francesa ya que a los galos les pareció natural que el príncipe suceda al rey dondequiera que esté sea el propio Reino francés o en las arenas saharianas. Felipe tuvo en realidad por su parte un reinado incoloro. Se dedicó a recuperar los terrenos cedidos por su padre y su abuelo a otros vástagos y casarse con dos mujeres para seguir teniendo herederos. Continuó con las políticas de su padre con Inglaterra y logró adjudicarse el reino de las dos Sicilias (sur de Italia) a causa de un cruento asesinato de franceses en las "Vísperas Sicilianas" en 1282 a manos de partidarios del rey de Aragón Pedro III quien deseaba ese reino para sí mismo. El Papa Martín IV condenó el hecho y se lo otorgó a Felipe III quien lo traspasó a su segundo hijo Carlos de Valois (fundador de la Dinastía de los Valois). Felipe enojóse con esa matanza, organizó una expedición punitiva contra Aragón pero todo fue un fracaso, él mismo fue muerto por una epidemia en 1285 en Perpiñán donde vio hundirse su propia flota.
Personalidad: Era un rey influenciable. Prueba de eso fue que juró solemnemente escuchar solo a su madre en las reuniones del Consejo. Desprovisto de las virtudes de sus antepasados (excepto la cortesía y las maneras honestas), no era particularmente ilustrado al hablar ni tampoco tenía demasiada personalidad ni clarividencia... En cuanto a su apodo, no se sabe bien si se debe a su bravura en el combate o a su carácter a veces irreflexivo de sus emprendimientos. |
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