€

Estuvo olvidado en el exilio en Inglaterra durante la República y el Imperio napoleónico. Con la abdicación del Corso en 1814, Luis XVIII fue ungido rey e inmediatamente promulgó la Carta en la cual instituyó la monarquía constitucional, aceptando todo lo que insensatamente rechazó su hermano mayor. Sabiamente aceptó las conquistas sociales y políticas de la Revolución. Con los famosos Cien Días de Napoleón (1815), Luis XVIII debió de refugiarse en Gante pero la caída de Napoleón en Waterloo hizo que Luis XVIII volviera sin más peligro a París donde él logró victorias diplomáticas frente a los aliados haciendo pasar toda la "culpa" de los males de Europa a Napoleón, no a Francia que recuperó las fronteras de 1790. Debió soportar una ocupación militar extranjera que solo duró hasta 1818.

Personalidad:

Chateaubriand pensaba que el rey era majestuoso con esas palabras: "el rey se vestía de un hábito color azul distinguiéndose con una placa y charreteras, sus piernas estaban cubiertas con polainas de volados rojos bordeadas por un pequeño hilo de oro. Cuando él está sentado en su trono con sus polainas a la antigua y teniendo a su perro en sus rodillas, uno creería ver a Luis XIV a los cuarenta años". Aparte de esa pomposa descripción, Luis XVIII se destacaba por arreglar en paz todo entuerto dejado por Napoleón entre Francia y el resto de Europa. Se ganó la simpatía del pueblo dejando todas las reformas positivas hechas por el Gran Corso.